Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA) y destacado líder limonero en la región de Tierra Caliente, fue asesinado este lunes. Su cuerpo fue hallado con signos de violencia dentro de su vehículo, abandonado en la carretera Apatzingán–Presa del Rosario, cerca de la comunidad de Los Tepetates.
Bravo, quien encabezaba la defensa de los derechos de los productores de limón frente a la violencia y extorsión del crimen organizado, había denunciado públicamente las amenazas al sector y promovido acciones para regular la producción y mejorar los precios del fruto.
Además de su papel en el gremio agrícola, era esposo de Amelí Gissel Navarro Lepe, magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán.
Las autoridades estatales ya iniciaron una investigación, mientras crecen las exigencias por justicia y protección para los productores del campo michoacano, quienes operan en una zona marcada por la presencia del crimen organizado.
El asesinato ha causado conmoción en el estado y se considera un duro golpe para el sector citrícola, que enfrenta una crisis agravada por la violencia, la sobreproducción y la caída de precios. Organizaciones, legisladores y productores han exigido a los gobiernos federal y estatal frenar la impunidad y garantizar la seguridad en el campo.
Asesinan a Bernardo Bravo, líder limonero de Apatzingán
6
noticia anterior