México afronta una emergencia nacional tras las intensas lluvias que, entre el 6 y el 9 de octubre, provocaron inundaciones severas y deslaves en varios estados del centro y este del país. Hasta ahora, las autoridades han confirmado al menos 64 personas fallecidas y 65 desaparecidas, según reportes de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Las entidades más afectadas son Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí. Veracruz registra el mayor número de víctimas, con 29 muertos y decenas de desaparecidos, además de miles de viviendas dañadas.
Las lluvias desbordaron ríos como el Cazones en Poza Rica (Veracruz) y provocaron derrumbes en laderas, lo que aisló comunidades, destruyó carreteras y dejó poblados incomunicados.
Frente al desastre, el gobierno federal desplegó un fuerte operativo de rescate con apoyo del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, además de habilitar puentes aéreos para llevar ayuda humanitaria a zonas inaccesibles.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció visitas a los estados afectados y la realización de un censo para determinar los daños y priorizar la entrega de apoyos.
Las autoridades advierten que la situación sigue siendo crítica: muchas comunidades continúan sin servicios básicos como electricidad, agua potable o acceso terrestre. Las labores de búsqueda y rescate siguen activas ante la persistencia de desaparecidos y el riesgo sanitario por inundaciones prolongadas.
Inundaciones y deslaves en México dejan al menos 64 muertos y decenas de desaparecidos
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