Un audaz robo ha sacudido al mundo del arte y la cultura. En la madrugada del domingo 19 de octubre, un grupo de delincuentes ejecutó un atraco de película en el Museo del Louvre, en París, sustrayendo ocho joyas de la colección real francesa, piezas de incalculable valor histórico y artístico.
Según las autoridades, los ladrones ingresaron al recinto por una ventana del segundo piso, valiéndose de una plataforma elevadora. En cuestión de siete minutos, rompieron vitrinas reforzadas y escaparon con collares, tiaras y broches pertenecientes a reinas y emperatrices como María Amelia de Borbón y Eugenia de Montijo.
El botín está valuado en cerca de 88 millones de euros, aunque los expertos aseguran que el daño patrimonial supera cualquier cifra económica. La fiscal de París, Laure Beccuau, advirtió que las piezas robadas “no pueden revenderse legalmente” y que si los ladrones las desmantelan o funden, “perderán para siempre su valor histórico”.
La directora del museo, Laurence des Cars, calificó el hecho como “una herida inmensa para el patrimonio francés” y reconoció fallas de seguridad previamente reportadas. El presidente Emmanuel Macron pidió reforzar la vigilancia en todos los museos nacionales y prometió que “Francia recuperará sus tesoros”.
Mientras tanto, el Louvre permanece parcialmente cerrado y la Galería de Apolo, donde ocurrió el robo, ha sido clausurada para investigaciones.
La policía francesa maneja la hipótesis de que se trata de un robo por encargo, posiblemente vinculado al mercado negro internacional de antigüedades. Los investigadores analizan huellas, grabaciones de cámaras de seguridad y posibles complicidades internas.
“No se trata solo de joyas, sino de la memoria de Francia”, afirmó un portavoz del Ministerio de Cultura.
Las autoridades piden la colaboración ciudadana para aportar cualquier información que ayude a recuperar las piezas y detener a los responsables.
Robo histórico en el Louvre: ladrones se llevan joyas reales valoradas en más de 88 millones de euros”
6

