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El Partido Acción y Solidaridad (PAS), afín a la presidenta Maia Sandu, ganó con mayoría absoluta las elecciones parlamentarias al obtener más del 50% de los votos y 55 de los 101 escaños.
El resultado refuerza la orientación pro-europea del país y permitirá al PAS gobernar sin alianzas, impulsando reformas clave para la integración con la Unión Europea.
El bloque opositor prorruso quedó en segundo lugar con alrededor del 25% de apoyo y denunció irregularidades en el proceso. Líderes de la UE celebraron la victoria como una confirmación del rumbo democrático y europeo de Moldavia, aunque persisten desafíos internos y la presión de Rusia.
