La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la sociedad a nivel mundial, con efectos profundos en el empleo, la economía, la educación y la ética. Se estima que hasta el 40% de los trabajos podrían verse afectados por la automatización; mientras que las tareas rutinarias corren mayor riesgo, los roles que requieren creatividad, empatía o pensamiento crítico, como en salud y educación, son menos vulnerables.
En el ámbito educativo, países como China han integrado la enseñanza de la IA desde primaria y exigen que todo contenido generado por estas tecnologías esté claramente etiquetado, promoviendo así la alfabetización digital y la ética tecnológica. Sin embargo, en áreas como la salud mental, la IA enfrenta limitaciones, ya que carece de empatía y puede reforzar patrones de pensamiento nocivos.
Económicamente, la IA tiene el potencial de impulsar el Producto Interno Bruto mundial hasta un 15% en la próxima década y generar entre 2.6 y 4.4 billones de dólares anuales, superando incluso el impacto de Internet.
No obstante, la adopción de la IA también plantea desafíos éticos y geopolíticos: su uso en conflictos bélicos ha generado errores fatales, y organismos como la ONU advierten sobre el riesgo de aumentar la desigualdad global si no se implementa de manera inclusiva.
El Impacto Global de la Inteligencia Artificial
27